A ver, a ver los jugadores, si pueden oír. Nosotros aventamos, pongan huevo, que ganamos. La mezcla/combinación de canciones, no altera el producto. Como en las matemáticas, la suma de los factores no altera al producto.
En un presente donde los resultados no son los esperados, Boca se aferra a su factor más sagrado para el superclásico de éste sábado. La Bombonera, como en las viejas épocas, deberá de ir al rescate de un equipo perdido y desangelado.
Ante la escasez de argumentos futbolisticos que aguren un resultado favorable ante River. No me queda otra que apelar a la mística del pabellón Xeneize. La Bombonera, el corazón de Boca tendrá que volver a bombear sangre, sudor y lágrimas desde sus cuatro costados para que en el campo los jugadores se contagien y vayan al menos por vergüenza o temor por una victoria que, a ésta altura del año, se asemejaria a una hazaña .
Si ellos tienen a Gallardo en el banco, nosotros la tendremos a ésta casa de cemento y hormigón de más de 84 años y miles de batallas en el lomo. Con ella, siempre llena de hinchas con ganas de alentar e ir al frente, Boca aún no perdió en condición de local. El mejor respaldo hoy que tiene el equipo es sin duda su localia.
Pero ojo, que el aliento no se transforme en desaliento y reprobaciones, también depende de aquellos que tengan puesta el manto azul y oro. El hincha alentará, pero también demandará y va a exigir en todo momento.
En lo que va del año, Boca aún no perdió en Brandsen 805. El sábado contra River defenderá su invicto como local y más también.
Fede Perez Rivero
@FedePR12