Se acerca Halloween y varios jugadores de Boca tuvieron una noche de terror. El empate en uno ante Riestra lo aleja de la pelea por entrar a las copas. Sobre la hora Leandro Brey evitó lo que hubiera sido la peor derrota de la historia de la Bombonera y el escándalo.
Para agarrarse la cabeza lo del equipo de Fernando Gago en ésta tarde noche de domingo. Es cierto que con nada casi lo gana y transformó en figura a Ignacio Arce, arquero del equipo visitante, pero el rendimiento mostrado por la mayoría del equipo asusta.
Ignacio Miramon y Tomas Belmonte tuvieron un partido para que el consejo de fútbol considere una revisión de sus contratos.
Fernando Gago no logró encontrar variantes, en el discreto banco de suplentes que armó para dar vuelta la historia y salvar los tres puntos de local. La escasez ofensiva es alarmante y los centros se repiten hasta el cansancio. La creatividad brilla por su ausencia y la rebeldía es intermitente.
Ya no alcanza con el empuje de una Bombonera que ya no gana partidos y de casualidad, ahora rescata empates de baja talla.
Lejos en el campeonato y con actuaciones por debajo de la media. Sólo se salva Cavani, que pese a un fisco castigado, muestra compromiso y engrosa su estadística personal con goles.
Los silbidos y las reprobaciones post partido dan muestras de que el hincha está llegando al límite de su paciencia.
Lejos en el campeonato y arañando el último puesto a la Copa Sudamericana, se aferra a la Copa Argentina sin argumentos futbolisticos potables. Pinta feo el panorama. El partido ante Velez, será un antes y después. El resultado de ese partido, el cuál aun no tiene fecha, será el que catapulte a un equipo y a un 2024 mediocre ó termine por condenarnos a todos.
Fede Perez Rivero
@FedePR12