En un partido que en el primer tiempo se pudo ir en desvantaja al descanso por no aprovechar las situaciones de gol y por padecer errores defensivos, queda la sensación que por lo hecho en el global, Boca se podría haber quedado con el triunfo. Fue empate 1 a 1 con Central en Arroyito.
Es cierto que, en la previa, el hincha xeneize aseguraba que el empate era buen negocio en el siempre ambiente hostil rosarino. Pero con el correr de los minutos basado en el buen pie de Paredes, que siempre tuvo la claridad mental para encontrar un pase para un compañero, en el despliegue inteligente de Battaglia, en el desequilibrio de Aguirre y en la solidez defensiva de Di Lollo y Costa, el equipo de Russo se fue haciendo dominador de la contienda.
Rosario Central no ejerció presión en el mediocampo, dejando jugar a Paredes en soledad para que conduzca el juego, y hasta se lo notó impreciso cuando quiso salir jugando desde el fondo, perdiendo pelotas frente la presión rival. Y tras una distracción a la salida de un tiro libre, Leandro habilitó rápidamente a Aguirre, el 33 giró frente a Santiago Lopez y sacó un centro preciso para Battaglia, que con un anticipo de cabeza puso el 1 a 0.
No habían terminado de acomodarse, cuando el equipo canalla encontró el empate en un gol olímpico de Di Maria. Leandro Brey dio dos pasos hacia adelante y la pelota lo pasó por arriba. La receta de Rosario Central fue tirar centros cruzados al área ya sea de jugada, de córner o buscando una falta a los costados para un tiro libre, sabiendo que el juvenil Brey tiene un verdadero talón de aquiles cuando la pelota viene por arriba y debe salir a atraparla, duda, se equivoca pero si debemos reconocer que debajo de los tres palos tapó dos remates, uno en cada tiempo.
Leandro Paredes demostró toda su calidad, con una clara lectura de partido, eligiendo cuando buscar un pase corto, salir jugando o habilitar a un compañero, crack de selección
Los segundos 45 fueron de dominio xeneize, que no estuvo fino en los metros finales, los cambios no entraron bien tanto en el conjunto de Ariel Holan como en el de Russo, Miguel se llevó la ovación de la tarde, la multitud local lo ovacionó y agradeció. El final llegó con los dos conformes con el punto.
El regreso de Rosario es con la tranquilidad de que el examen fue cumplido frente a un rival directo en la lucha por llegar por sumatoria global a la Copa Libertadores. El equipo encontró una fisionomía de juego en su columna vertebral, con la destacada labor de la zaga central, la excelencia la dupla Paredes y Battaglia.
Queda por encontrar la senda de la definición, hoy Merentiel desperdició dos mano a mano.
A seguir así.
@gopereyra Gustavo Pereyra
