Boca Juniors perdió con justicia 1 a 0 con Huracán en Parque de los Patricios, esta derrota significó la peor racha sin ganar en su historia, 11 partidos sin triunfos.
El equipo que conduce Miguel Russo volvió a mostrar nula idea de juego asociado, falta de intensidad, un traslado excesivamente lento en la mitad de la cancha con constantes pases laterales y con carencias de profundidad en el ataque. Todo esto que hemos comentado es lo que viene sucediendo partido tras partido, exceptuando aquellos 45 minutos de Miami contra el Benfica, el resto es monotonía que excede lo que desde el costado del campo de juego el cuerpo técnico pueda tratar de ordenar.
Es que no hay rebeldia, no hay ganas, falta de inteligencia para encontrar espacios y pretender lastimar al rival, cada jugador se mueve por su zona de confort, estáticos, apáticos, ni la llegada de Leandro Paredes pudo cambiar la pobreza en el juego. Leandro intentó meter pases para adelante pero pocas veces se encontró con receptores libres, y para colmo esta tarde en el Ducó, aquel tandem con Barinaga que había funcionado por momentos contra Unión y Atlético Tucumán, Miguel lo desarmó, devolviendo a la titularidad a Advincula. El peruano está atrevesando el peor momento, no marca, no aporta en ataque, se equivoca y comete faltas innecesarias.
Y así podríamos hablar de lo mal que está Cavani que no completa un jugada y no pesa en el área rival, y podríamos contar que Velasco lo intenta pero no puede, y lo desaprovechado que esta Merentiel bajando a buscar la pelota y no entendiendo de que tiene que jugar, de delantero o volante.
Enfrente estuvo Huracán, el local, que venía de dos derrotas consecutivas, corrió, metió y jugó, con las limitaciones que tiene, Frank Kudelka armó una sociedad de juego entre el colorado Gil y Miljevic en la mitad de la cancha a la que por momentos se sumaba Cabral, en otras Tisera, con una salida clara, en triangulación y vertical. Cuando recuperaba salía rapido de contragolpe con juego, con ideas y sobretodo con una gran diferencia de dinámica con su rival, corriendo.
¿Qué pasa con Boca físicamente? todos están fastidiosos. ¿Por qué entran a jugar nerviosos? Gimenez que reemplazó a Merentiel, omitiré contar el desaguisado que fue su salida, a los pocos minutos pudo ser expulsado por una tontería arrojandole la pelota en la cabeza a Pereyra que estaba en el piso. Los ingresos de Zenon y de Alarcón no pesaron.
El gol llegó tras un desborde de Cabral que enganchó y dejó sentado de culo a Belmonte, con toda la banda libre, Advincula ni en la foto salió, el 16 sacó un centro cruzado por el segundo palo, por allí Tisera la bajó hacia el centro del área, Gil no pudo controlar y el rebote quedó en la puera del área para que Miljevic libre de marcas meta un tiró fuerte. Nada pudo hacer Marchesin. Dicho sea, personalmente he sido crítico con el arquero en partidos anteriores, pero esta noche salvó la goleada.
Pudo ampliar el globo, enfrente un rival que NO dispuso de una SOLA situación de gol, no pesó en el partido.
Realmente no llego a imaginar como se puede salir de esta, con Paredes no alcanza. Tal vez habrá que pensar en un equipo que se arme de atrás hacia adelante con nombres peso pesado que se hagan cargo de la situación y no estén constantemente haciendo gestos y echandole la culpa a sus compañeros de sus propios errores. La camiseta de Boca, la hinchada, la historia merecen que se hagan cargo.
Gustavo Pereyra @gopereyra

