La experiencia Mundial de Clubes finaliza de la manera mas desdichada, no por la eliminación tras el triunfo de Benfica frente a un Bayern colmado de suplentes, sino por lo realizado por Boca frente a un equipo semi profesional en la calurosa Nashville.
Nos habíamos ilusionado luego de las dos primeras presentaciones en la competencia en Miami, primero contra el club portugués de Benfica al que estuvo a minutos de vencer y terminó en empate, luego con la ajustada derrota versus Bayern, que tras un gol épico de la bestia Merentiel no se pudo aguntar la paridad y Olise con su remate desde la puerta del área derribó la ilusión de rescatar el punto.
En esos dos partidos se notó la mano de Miguel Russo, poniendo en cancha un equipo práctico y eficiente que golpeó a sus rivales en cuanto tuvo sus oportunidades.
El DT entendió que lo mejor para complicar a los dos europeos era cederles el protagonismo y aprovechar la contra. Y el plan funcionó con actuaciones destacadas de Merentiel, Lautaro Blanco y Battaglia entre varios.
Para la tercera fecha, jugadores e hinchas tuvieron que recorrer los mas de 1.500 kilómetros que separan Miami y Nashville, y el cambio de actitud fue preocupante. Esta vez el rival fue el Auckland City, amateur, y Boca Juniors tiró por la borda todo los hecho en el Hard Rock Stadium del estado de la Florida.
El conjunto de Nueva Zelanda entregó el control del juego refugiandose en cercanías de su propia área con 5 defensores, 4 volantes y un punta.
Y el xeneize con la pelota en los pies todo el tiempo se quedó sin libreto, todos fueron centros para Merentiel y para Cavani, centros y centros infructuosos, muchos rechazados por la defensa y otros tirados sin destino.
Solo una vez Palacios pudo filtrar un pase interno para Zeballos, y solo probaron con dos disparos desde larga distancia cuando se presentaron oportunidades para sacar remates francos.
Esperabamos una goleada, pero al finalizar el primer tiempo el resultado era solo 1 a 0 con un gol en contra de Garrow luego de un cabezazo de Di Lollo tras un corner, y para colmo en Charlotte, el Benfica ganaba 1 a 0 al Bayern de Múnich.
En el segundo tiempo el panorama se empezó a ensombrecer cuando el profesor Gray de cabeza tras uma falla en el juego aéreo, puso el 1 a 1, y siguió mas sombrío tras la suspensión de 50 minutos por un alerta de tormenta eléctrica.
Cuando se reanudó el juego, ya Boca estaba eliminado por el triunfo del equipo de Otamendi y Di Maria.
Russo sacó a Cavani que no participó del juego y a Alan Velasco que volvió a ser aquel jugador reprobado por la Bombonera. Pero los cambios no cambiaron nada, el equipo oceánico liberó las bandas para que Zenón, Blanco y Advincula sigan levantado centros vez y otra vez, intentos que chocaron contra la muralla defensiva rival. Una verdadera trampa cazabobos.
El resultado final 1 a 1 fue un cachetazo de realidad y prácticamente un papelón.
El cuerpo técnico y la dirigencia deberan depurar un plantel desgastado por los malos resultados, a Marcos Rojo, se deberan sumar Cavani, Fabra, Herrera, Romero, Janson, y si Advincula piensa jugar con la apatía de hoy tambien podrá integrar esa lista de salida, pero ojo que a otros se le empieza a agotar el crédito, Velasco, Palacios, Zeballos y Zenón tuvieron 3 partidos muy irregulares.
Es que urgente se impone un cambio de mentalidad y de actitud, la historia de Boca lo exige.
Gustavo Pereyra @gopereyra