Boca Juniors volvió al triunfo después de tres derrotas consecutivas. El gol de la victoria lo marcó Miguel Merentiel que no mojaba desde el 18 de agosto cuando el xeneize venció a San Lorenzo 3 a 2 en La Bombonera.
Mariano Herrón al mando de su tercer interinato puso en cancha un equipo práctico, 4 defensores, doble volante central, dos volantes con recorrido por los extremos y doble 9, el conocido 4-4-2, y resultó.
Resultó porque el conjunto se mostró equilibrado a partir del prolijo trabajo del tandem Miramón-Belmonte, que superaron la propuesta de Argentinos Juniors. Está claro que en esta oportunidad Lautaro Blanco y Luis Advincula no pasaron tanto al ataque, esa función fue responsabilidad de Kevin Zenon por derecha y Brian Aguirre por izquierda
Adelante los uruguayos se prodigaron en esfuerzo para arrancar bien cerca de la linea de mediocampistas. Y de una pared entre Cavani y Merentiel por el medio de la defensa del bicho, el remate del 10 fue rechazado por el ruso Rodriguez hacía un costado, y la “bestia” que acompañaba a su compatriota en la jugada, con un tiro esquinado puso el 1 a 0 definitivo.
En el segundo tiempo, Boca esperó la reacción del rival, bien parado con sus tres lineas bien juntas, agazapado para salir de contragolpe, y si bien es cierto que Brey volvió a demostrar solvencia tras 3 intentos de empate muy peligrosos, Boca Juniors dispuso de al menos 3 situaciones muy claras que fueron tapadas por Rodriguez, primero tras un remate de Cavani, y más tarde dos mano a mano del changuito Zeballos que entró en reemplazo de Aguirre.
Faltó precisión en los metros finales para ampliar la ventaja. La nota de la noche fue el gol anulado a Milton Giménez, que volvio a marcar sobre el final tras un centro de Advíncula desde la derecha, el arquero rechazó el cabezazo del 9, pero la pelota le quedó al delantero que la metió adentro del arco. El arbitro fue al VAR y anuló el gol porque en el inicio de la jugada la pelota le rebotó en el cuerpo a Giménez y luego en la mano. Falta de criterio unánime.
El xeneize aguantó bien parado el embate del equipo de La Paternal que buscó el empate con centros cruzados.
A la espera de Gago, Mariano Herrón hizo lo que habia que hacer, acomodar las piezas, proteger el arco propio y no desesperarse por atacar. Y salió.
Gustavo Pereyra
