El pibe se bancó la parada en los penales, atajó uno y convirtió el suyo en una infartante definición desde los doce pasos. Luego del 1-1 en los noventa minutos, el Xeneize se impuso por 8-7 y será rival de Gimnasia de La Plata en los cuartos de final.
Diego Martinez está noche se tomará el avión con la certeza de que el próximo sábado se sentará en el banco de suplentes del Cilindro de Avellaneda para dirigir a Boca frente a Racing. Como decía Sambusetti, el recordado personaje de Guillermo Francella, el Gigolo gracias a Dios no perdió el trabajo.
Durante los noventa minutos, se repartieron la posesión de la pelota y los pasajes del juego. En 16 minutos Brian Aguirre le gana la posición al marcador Mansilla y la pelota, como en Belo Horizonte, se fue afuera, ésta noche en favor de Boca, el línea no la vio con claridad y ante la falta de var, el ex Newell’s pudo festejar luego de eludir a Guido Herrera y definir con un toque con el arco libre.
Casi de inmediato, Lautaro Blanco se equivoca en la salida y Federico Girotti, le come la espalda a Anselmino para definir al segundo palo de Leandro Brey, que poco pudo hacer. Un minuto antes, Christian Lema se perdió un gol solo tras un tiro libre ejecutado por Zenon.
Sobre el final del PT se dividieron chances no muy claras para los equipos. Brian Aguirre pisó mal y giró con su rodilla. Dicho movimiento lo obligó a salir de la cancha en el entretiempo.
En el segundo tiempo, hubo más fricción y pocas jugadas claras. Pero que pudieron cambiar el partido. Talleres tuvo el segundo en una pelota parada, pero Benavidez la tiró afuera de frente al arco. Por el lado de Boca, Herrera le ahogó el grito primero a Medina y luego al Chango Zeballlos, que ingresó por Aguirre. Finalizados los noventa reglamentarios llegaron los penales y la angustia. Habían convertido el Chango, Milton Gimenez, Zenon y Lema y Brey tapó el suyo. Llegó el turno de Pol, que fue el mejor jugador del partido, pero Herrera le adivinó el palo y alargó la serie. Llegaron a la definición de uno y uno Medina y Anselmino erraron los suyos y Talleres, tuvo dos veces match point y tanto Mansilla como Moyano, tiraron sus penales arriba del travesaño. Llegó el turno de los arqueros y Lea Brey pateó con una soberbia impecable. Fuerte y al ángulo, llegó el turno de Herrera, que había atajado dos, pero el que le toco patear, lo esquina demasiado y la pelota salió afuera pegada al palo derecho de Brey, que había acertado el palo.
La clasificación y el llanto del Gigolo arrodillado son una muestra clara de la angustiada noche que le tocó vivir a Boca – y que vive – desde su tramumatica despedida de la Sudamericana hasta aquí.
La rebeldía de los pibes le dan el oxígeno necesario al DT para preparar los próximos dos clásicos por liga. El Xeneize sigue en la Copa, el DT en el puesto y los hinchas seguimos esperando la ansiada consagración. A ésta hora, por Copa Argentina, Boca está a tres partidos de conseguir una nueva estrella.
Federico Perez Rivero
@FedePR12