Copatitis

Boca cayó como local ante Tigre por un tanto con gol de Luciatti de cabeza. El equipo jugó muy mal y por momentos se notó desconectados a varios jugadores.

La fiebre copera, comienza a hacer efectos en el rendimiento de los jugadores y ya no solamente en los hinchas. La resaca post clasificación a semifinales le provocó al equipo la segunda caída al hilo en ésta Copa de Liga y con rendimientos muy bajos. Empieza a notarse la diferencia entre titulares y suplentes. Preocupante los niveles del Chango Zeballos, Luis Advincula y Equi Fernández. Lo del paragua Valdez, ya no preocupa, sino que harta hasta el insulto. De los jugadores más bajos en lo que va del año el central guaraní. Un horror en la defensa con y sin pelota. En la tarde de hoy perdió todos los duelos con los atacantes del Matador y en el gol de Luciatti perdió su marca.
Tigre ganó bien porque le ganó el medio con presión y tenencia de pelota. Aaron Molinas fue el dueño de la pelota y junto con Lucas Menossi, hicieron jugar al resto de sus compañeros.

Boca perdió bien porque entró a la cancha pensando en otra cosa. Relajado por demás por lo logrado entre semana ante Racing y se notó muchísimo. El desgaste físico y emocional que dejó la llave de los cuartos de final se hizo sentir por demás en el nivel del equipo.
Y si bien es lógico que el hincha piense y cante por la Libertadores, los jugadores deben ser responsables y encarar todas las competencias con la misma seriedad. La Copa es el máximo objetivo, pero no es la única competencia.
La fiebre por la copa, como cualquier fiebre, puede ser fatal, sino se toman los recaudos a tiempo.
No olvidemos que aún no se logró la clasificación a la edición 2024 y una buena posición en la tabla anual es fundamental para sellar dicho pase, sino se entra coronando algún título de aquí a fin de año. A curarse de ésta gripe copera y encarar todos los compromisos con la misma seriedad. Boca es deportivo ganar, siempre.

Fede Pérez Rivero
@FedePR12