…Boca es entusiasmo y valor. Asi es el estribillo del himno del Xeneize; que ésta tarde, en el Bosque platense, salió con los dientes apretados dispuesto a llevarse puesto a Gimnasia, su rival en la cancha y a Racing, su némesis en la tabla.
En apenas diez minutos de partido, Pipa Benedetto salió desgarrado y por él entró el Toro Martínez. Dominaba el Lobo, que habia tenido dos chances claras en los pies y en la cabezade Brahian Aleman, pero luero de los veinte, todo cambió En 29 minutos, Ángel Romero le puso una pelota magnífica a Frank Fabra, que hizo absolutamente todo bien, control con el pecho y remate fuerte al segundo, para poner arriba al conjunto de la Ribera. Un gol a la brasileña, a lo Roberto Carlos, para el colombiano.
Promediando complemento sale por un tirón en el gemelo Fabra y enseguida Gimnasia lo iguala a la salida de una pelota parada con el cabezazo de Leo Morales que ponía de vuelta a Boca abajo de Racing en la tabla y al borde del nockout, porque el conjunto tripero se venia y la mala puntería de sus delanteros evitó que se pusieran en ventaja.
Cuando faltaban veinte y luego de un despeje de Nico Figal, de gran encuentro, se vino la contra. Luca Langoni la aguantó y posteriormente Romero soltó para Sebastián Villa que remató cruzado y el poste dijo no, Pol quiso su gol, pero Rodrigo Rey lo evitó y finalmente la tercera fue la vencida. El mismo Langoni que había iniciado el contra golpe, remató seco y marcó el 2-1 definitivo con el que Boca acaricia el campeonato.
Habrá que hacer un recuento de unidades que Boca ganó por los goles de sus pibes a lo largo de ésta recta final de liga. Boca, como manda la historia, se hizo fuerte ante la adversidad, y volvió a dar el golpe.
Y Boca va. Algo cansado y machucado, producto de un calendario acotado por las urgencias mundialistas y un plantel con bajas por lesiones y sanciones. Pero va, sigue aferrado a su ilusión empujado por el ímpetu de los pibes que se hicieron grandes, de golpe, a fuerza de goles y brillantes actuaciones.
Y ahí está Boca El gigante de los 72 títulos, que nunca descendió, que quiere volver a ser campeón del fútbol argentino. Con el aliento incondicional de la hinchada que el Domingo, ante Independiente, hará rugir la Bombonera y el peso específico de una camiseta ganadora, que sabe de épicas y de construir hazañas.
El próximo domingo desde las 17 con un triunfo el Xeneize se quedará con lo que merece por entrega y resiliencia: el título de la liga. Porque Boca nunca teme luchar.
Fede Perez Rivero
@FedePR12