El Xeneize en la última bola de la noche venció al Halcón de Sebastian Beccacece y aún sueña con la liga. El próximo domingo se juega una final ante Atlético Tucumán, el único puntero.
En tiempo de descuento, cuando no había justificativo futbolistico que avale un triunfo en Florencio Varela, Sebastian Villa activó el turbo y como en la play apretó el triángulo para dejar mano a mano a Vázquez con Unsain, para que el 38 dispare y mate a la mufa que lo invadía y al partido que siempre tuvo a Defensa como protagonista.
La victoria sólo se explica en el peso individual de uno y otro plantel. El equipo local tuvo mayor posesión de pelota y las mejores chances. Boca siempre estuvo en paridad por las intervenciones de un Agustín Rossi on Fire que volvió a cerrar su arco por tercer encuentro consecutivo.
No hay mucho más para destacar en un equipo que carece de volumen de juego y hasta por momentos resigna terreno y posesión del balón.
Boca a siete días de enfrentar al líder de la liga se encontró con una victoria que no mereció, pero que se festeja mucho por la atmósfera que cubre el día a día del club y por la obligacion que tiene éste plantel por nombres y jerarquía de ser protagonista en el campeonato.
Boca no puede ni debe permitirse tomarse éste campeonato como un tiempo de transición y el domingo que viene en la Bombonera y ante su gente debe demostrar que debe estar a la altura de pelearlo hasta dónde le dé.
Fede Perez Rivero
@FedePR12
