Parece mentira pero de la conferencia de prensa suspendida post empate ante Godoy Cruz y los rumores de fin de ciclo de la gestión Battaglia, pasaron tres semanas. El equipo no sólo empezó a ganar, sino que empezó a jugar bien.
De aquel 20 de abril turbulento a la fecha pasaron cinco partidos. De esos quince puntos, Boca sacó doce. Y aún habiendo perdido en Brasil ante Corinthians, Boca mostró actitud. Y eso fue un aliciente pese a la derrota en Itaqueirao. Algo comenzaba a gestarse. Días antes, en Santiago Del Estero ante Central Córdoba en un partido re contra caliente por todo lo que se hablaba de la continuidad, el equipo mostró una actitud diferente a la de los encuentros anteriores y ganó su partido para acomodarse en el torneo local.
Luego a esa actitud ratificada en los partidos ante Barracas, Allways Ready, en La Paz, y ante Tigre del último fin de semana pasado se notó una intención de juego asociado muy claro.
Boca en los últimos partidos tuvo un promedio de posesión arriba del 60% y casi con seguridad hizo entre seis y siete pases seguidos en ataque en más de la mitad de los partidos.
¿Qué significa ésto? Que tal parece que la tormenta pasó y que la visión de juego comenzó a surgir a partir de la actitud y la confianza que generan los triunfos.
A partir de hoy al semestre le quedarán cinco encuentros y solamente depende de Boca depende que los objetivos se cumplan. Battaglia y sus muchachos no pueden desviarse de éste camino que parecen a ver encontrado. Algo está cambiando y es hora de darle una forma clara y sostenible en el tiempo.
Fede Perez Rivero
@FedePR12