Boca jugó muy mal y perdió en su debut copero ante el Deportivo Cali por dos tantos contra cero y arranca último en su zona.
El equipo fue un poema a la inseguridad en defensa y pura incongruencia en ataque. Abajo sufrió en cada avance colombiano y de mitad de cancha para arriba nunca pudo conectarse entre sí y las pocas chances de gol que tuvo las desperdició.
En un partido en el cual no pasaba casi nada, el Xeneize fue víctima de sus propias deficiencias. En el gol que abre el partido el ex Boca, Guillermo Burdisso cabeceó en soledad ante la pasividad de Pipa Benedetto y una nueva floja respuesta de Agustín Rossi, que de a poco está volviendo a tener el pálido nivel que le costó el puesto en temporadas pasadas.
En el segundo tanto, Luis Advincula brilló por su ausencia en su banda y allí se gestó el gol que liquidó el partido. Kevin Velazco desbordó y tiró el centro atrás para que Jhon Vázquez la empuje de frente al arco ante la estéril estirada del arquero y la tardía reacción de Figal.
Boca sigue sin crecer en su nivel y eso trae resultados esperados por lo hecho en cancha. Aunque nos ilusionamos en la previa y menospreciamos a los rivales de nuestro grupo, el equipo no da garantías de nada. Ni siquiera de superar al penúltimo de la liga colombiana. El futuro en la Copa será duro. Pero de todo ésto, hay algo que me deja tranquilo: peor que ésto no se puede jugar. Peor que ésto, imposible.
Fede Perez Rivero
@FedePR12